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domingo, 21 de julio de 2013

Conversaciones de un abogado

Conversaciones de un abogado

Miguel y Milena

Miguel y Milena

martes, 2 de julio de 2013

EL PARQUE DE ATRACCIONES


EL PARQUE DE ATRACCIONES





YOLANDA PINTO






Era lunes y llegué sobre las once de la mañana al despacho y en el buzón encontré una carta dirigida a mí del Colegio de Abogados, la abrí y vi que era una nueva designación de un cliente, en este caso era un turno laboral, turno al que yo me acababa de apuntar para poder aumentar mis ingresos económicos. Pues bien el, cliente se llamaba José Bermúdez Sánchez, me venía también su número de móvil, al que le llamé y fijamos una cita para este mismo lunes a las diecisiete horas . Yo la verdad que en laboral estaba pegado, pero todo era cuestión de que me contara el caso y me pusiera con insistencia a estudiar para dominar la demanda que tuviera que presentarle ante la jurisdicción social.
Llegó las cinco de la tarde y José Bermúdez llamó al timbre de mi despacho puntualmente, era un hombre de unos treinta y dos años y de un metro setenta y cinco centímetros de altura, delgado, parecía angustiado con el problema laboral que traía.
Nos sentamos por tanto en mi despacho y me empezó a contar lo que le pasaba, por lo visto llevaba cinco años trabajando en el parque de atracciones “UN, DOS, TRES, SUBETÉ OTRA VEZ” que se encontraba en Cádiz capital, en este parque de atracciones fue contratado de Mickey Mouse para dar vueltas por el parque y que tanto los niños como los mayores se hicieran fotos con él. Me estuvo contando que durante estos cinco años estaba muy contento con su trabajo de Mickey Mouse, recibiendo día tras día mucho afecto de todos los visitantes que hacían incluso cola para fotografiarse con él, esto le tenía incluso el ego subido, sentirse un personaje importante y querido como Mickey Mouse era fabuloso y que todo le sonreía a su alrededor, todo eran sonrisas, besos, abrazos de los visitantes, incluso cuando pensaba que podría llegar tarde al parque, salía vestido de Mickey Mouse de su casa y los taxis se paraban en fila para montarlo y llevarlo, y así de paso pedirle incluso una foto. José me contó que cada vez que llegaba al parque de atracciones se sentía como si fuera Freddy Mercury al salir al escenario, de la noche a la mañana había pasado de ser un don nadie a un personaje famoso y sin haber hecho en la vida muchos méritos para ello, pero el azar o el destino lo eligieron a él para sentirse como una celebrity durante cinco años de su vida.


Sin embargo toda esta situación de júbilo, alegría y glamour cambió hace dos meses cuando de repente fue llamado por la dirección del parque y le informaron que en el parque había una especie de charca pero en forma de fuente en la que algunos niños se habían metido jugando, asuntos sociales les había advertido al parque de atracciones la peligrosidad de que los niños se metieran en el agua de esta charca por el peligro de ahogarse, de manera que tuvieron que buscar alguna solución. El parque para ello contrató un vigilante de seguridad que estaba en la entrada de la charca-fuente pero el carácter transgresor que tienen los niños no impedía que le tuvieran miedo a un simple vigilante de seguridad y los niños seguían metiéndose en la charca, por lo cual el parque de atracciones buscó otra alternativa y al considerar a José un perfecto trabajador le dio el nuevo trabajo a éste.

El trabajo que el parque de atracciones le dio a José consistía en que ahora sería la bruja de Blancanieves y tenía que ponerse a la entrada de la charca impidiendo que los niños entraran en ésta. El nuevo personaje de bruja de Blancanieves fue tremendamente negativo en la vida laboral, mental, y amorosa de José Bermúdez.
Para empezar el traje le daba mucho calor, era un traje negro hasta los pies que tenía una capucha también en la cabeza, lo cual era insoportable con el calor que hacía en el verano, y nada tenía que ver con los mini shorts y la camiseta de manga corta que se ponía cuando era Mickey Mouse. Por otra parte ya nadie se acercaba a él para fotografiarse sino todo lo contrario sólo recibía insultos y malos modos de los niños visitantes, además de tener que estar las ocho horas que trabajaba cargando con una cesta de manzanas rojas en un brazo.



El trabajo por tanto era agotador y le causó soledad reactiva a Mickey Mouse, el cual lo hacía otra persona en el parque de atracciones, y al que José envidiosamente lo veía recibiendo abrazos y besos de todos los visitantes.
Por tanto José se sentía que sus derechos laborales habían sido mermados y que había sido relegado a una categoría laboral inferior. Me trajo el convenio colectivo de parque de atracciones y ponía claramente que el puesto de bruja de Blancanieves era inferior en categoría que el de Mickey Mouse. En el convenio colectivo venía pormenorizadamente la categoría profesional desde Minnie Mouse, hasta el Rey León, pasando por la Abeja maya y los Tres mosqueteros. Esto que parece una tontería no lo era. Yo realmente escuchándolo me ponía en su lugar y comprendía como podía sentirse, ya que la labor del Abogado es meterse en la piel de los demás cuando te están contando sus problemas.

No solamente le había causado muchos problemas a nivel de afectividad y psicológicos sino que por lo visto su novia también lo había dejado desde que su trabajo cambió al de bruja de Blancanieves.
Yo le pregunté que qué tenía que ver ese trabajo con el amor y él pasó a explicarme lo que le había pasado con la novia. Durante el tiempo que él fue Mickey Mouse y él salía con la novia, cuando se reunían con amigos la situación era más o menos llevadera, cuando le solían preguntar la gente en qué trabajaba, él les respondía que era Ratón. La gente al escuchar esta profesión no caían en su verdadera ocupación confundiéndola habitualmente con otra a lo que le solían responder:
----¿Ratón?, bueno no seas tan humilde chaval ¡¡¡, querrás decir topo, o sea agente secreto infiltrado en bandas de traficantes o terroristas y que trabajas para la policía, ¿no es eso?,


Sin embargo José siempre tenía que replicarles y aclararles que no, que en lo que trabajaba era disfrazado del Ratón Mickey Mouse en un parque de atracciones, ocupación de la que la gente solía mofarse delante de él y de su novia, aunque posteriormente era aceptado y comprendido.
Sin embargo todo cambió cuando pasó a ser la bruja de Blancanieves, en este caso cuando la gente le preguntaba por su trabajo, José respondía:

---Soy bruja, y ya la gente no preguntaba más porque todo el mundo entendía que a lo que se dedicaba era a echar las cartas del tarot o bien a leer la bola de cristal. Esta confusión sobre su ocupación dio lugar a que muchos católicos creyentes no entraran al negocio que tenía su novia, la cual se dedicaba a vender rosarios, postales religiosas y Biblias en una pequeña tienda que hacía esquina con la Iglesia Sagrado Corazón en pleno centro de Tarifa y todo esto conllevo que poco a poco la relación fuera mermando y deteriorándose hasta que la novia decidió que cada uno siguiera su camino.
Toda esta situación era una situación horrible, me ponía en el lugar de José y entendía que en esta etapa de su vida se encontraba en una encrucijada muy grande, por culpa de su nuevo trabajo había perdido el afecto de los niños y de su novia, pero nada podía hacer sino demandar a la empresa, ya que tampoco iba a abandonar su puesto de trabajo, por lo que se encontraba en un túnel sin salida en que sólo le quedaba o ser bruja o ir a la lista del paro.







Era jueves por la tarde y tenía cita con el frustrado Mickey Mouse, bueno la verdad que habíamos quedado para que leyese la demanda laboral que yo ya había redactado y me dijese si estaba de acuerdo en todo lo que le pedía en ella.
En la demanda laboral pedía al parque de atracciones que además de reintegrar a mi cliente en su antiguo puesto de trabajo por haber sido discriminado en sus derechos laborales, fuese también indemnizado con una suma de 500.000 euros por todos los perjuicios personales y morales que había sufrido desde que fue relegado a la bruja Blancanieves, en la demanda de manera pormenorizada le explicaba al Juez que en la actualidad mi cliente era un hombre destruido tanto anímica como físicamente ya que este problema lo había sintomatizado y en la actualidad se encontraba con problemas de insomnio, dolores musculares y falta de apetito lo que le había conllevado a perder siete kilos desde que tuvo el problema, además de contarle al Juez los problemas sentimentales que había tenido con su ex pareja la cual por este motivo también había perdido.
Como ya se sabe la intención de José era volver a su puesto de Mickey Mouse pero para curarnos en salud solicité una petición subsidiaria en la demanda y es que mi cliente aceptaría que sino pudiera volver a tener el personaje de Mickey Mouse se le podrían conceder los personajes de Rey león, Hércules, Pinocho, Tarzán, Pluto, Piolín, el Pato Donald, pero de ninguna manera aceptaría al Jorobado de Notre Dame, la bruja Cruella de Vil de los 101 dálmatas, la Bestia (de la bella y la bestia), Darth Vader de la Guerra de las Galaxias, o Joker de Batman.

Alegó que todos estos personajes creaban sobre él un estado de desasosiego y negatividad, y que perdía todo el afecto de los visitantes del parque de atracciones dejando por tanto desolado su aspecto laboral y todo ello fue corroborado con un informe psicológico que le elaboró magistralmente Jorge.
El juicio finalmente fue un éxito y en la vista el representante de “Un, dos, tres, súbete otra vez”, reconoció la dedicación que José había realizado con su trabajo de Micky Mouse durante cinco años y comprendió una vez que les llegó la demanda laboral, el daño moral que el cambio de personaje había hecho mella en la sensible personalidad de José, por tanto tal fue la aceptación por parte de la empresa de nuestras peticiones que llegamos a un acuerdo y aunque el puesto de Mickey Mouse no se le podía reintegrar porque ya lo ocupaba otra persona, la empresa prometió a José que a partir del próximo lunes sería la Mascota del parque de atracciones, fabricarían un personaje exclusivo para él, que se llamaría Rolan y se trataría de una mariquita roja con círculos negros en su disfraz y además voladora con dos grandes alas que le pegarían a la espalda.
Llegó por tanto José el próximo lunes a su trabajo y ahí estaba esperándole su nuevo disfraz y su nuevo personaje, la verdad que el traje era bastante aparatoso, teniéndose también que poner una capucha con dos grandes antenas negras, pero lo bueno de todo es que Rolan ahora era el rey del parque de atracciones quitándole por tanto el protagonismo a Mickey Mouse, y quedando por tanto José muy agradecido conmigo, tanto que me regaló diez entradas al parque de atracciones, y otros diez menús de hamburguesa, con patatas y bebida para los días que quisiera pasar la tarde en el parque.
Es increíble los problemas laborales que surgen en cualquier sitio y la guerra de personajes que surgen no sólo aquí en este parque de atracciones sino los que también deben surgir en las filmaciones de las películas o en los teatros.
Quedé por tanto encantado por haber sido el abogado de un caso glamouroso y casi hollywoodiense, y me di cuenta que mi profesión a veces me acercaba hasta lo más cool de la sociedad.